Tengo mucho de lord y de gitano.
Aunque a veces blasfemo, nunca miento.
A una monja rapté de su convento
y de diez Hermandades, soy Hermano.
Es mi capa, la capa más raída,
y mi frac es el frac más elegante;
con todas las mujeres soy galante,
aunque a veces le pego a mi querida.
A un marqués extranjero, mi pistola
defendiendo el honor de una española
dejó muerto en el patio de un castillo.
Y en los jardines de una venta maja,
a un gitano tendí con mi navaja,
discutiendo no sé qué fandanguillo
José Maria Pemartin