Etiquetas

Purismo (36) Poesía (33) 5 Navajos (27) Malditismo (21) Historia (19) Literatura (11) Estoril (10) Libros (9) Politica (8) Dandismo (7) Naturaleza (6) Guermantes (4) Madrid (3) Cuba Libre (2) Bibliotecas (1) Musica (1) Teatro (1)

domingo, 14 de marzo de 2010

Labios de Ceniza

Hoy, domingo, sobrepasado por muchas circunstancias y después de un fin de semana de una intensidad emocional como nunca. Intensidad no quizás tan triste, el mundo a pesar de todo lo que me pasa no se está abriendo debajo de mi. Siempre me dijo el instinto que esto me podía pasar, siempre me pidió que no fuese deprisa.


Pero hoy me dispongo a decir adiós. La cabeza solo me dice una cosa: no tienes mundo para correr. Pero es precisamente la suma de todas las cosas que me han traído aquí la que me hace tan difícil que yo me pueda ir de esta manera. Yo me fui por quinta vez de Madrid dejando a una princesa vampira, la mujer mas guapa, la más divertida, la única que me hizo reír en años. Alguien que me parecía de otra pasta. Alquien que me había demostrado tanto en tan poco tiempo que por primera vez en años había conseguido que me abriera. Alguien que me habia demostrado porque hay un portal en cada labio. La primera persona en años a quien he sabido abrazar hasta quedarme sin aire. Y todo esto quizás en el momento más difícil para mí. Con problemas en todos los frentes de mi vida. Sé que se me podrá acusar de loco por darme la vuelta en su día y esperar que alguien esté ahí cuando vuelvas. Lo sé, pero alguien que a las dos fines de semana tiene prioridades tan diferentes a ti no puede sino simplemente demostrar que tú no significas nada. Me encantaría poderme quedar con el recuerdo de que claro, me fui y ya está, y que aquello que pasaba pasó y se olvidó.


Pero todo aquello era un sueño. Todas las palabras, todas las citas, eran mentira. Igual de mentira era cuando yo decía que me iba a Londres a comerme el mundo como cuando ella decía que me quería. pero no ha habido tiempo para todo ello. Y al final, de todas las cosas que me hacen pensar y dar vueltas, sobretodo esto, es con lo que me quedo. Uno puede escribir y hablar lo que quiera, las palabras estan ahi, pero todo se resume a si te apetecer esta con una persona. lo demas siempre se puede solucinar. Labios de ceniza.

jueves, 11 de marzo de 2010

Donde habite el olvido

Cuanto se tarda en olvidar a una persona, días, meses, años. No tengo una respuesta para ello. Pero dos semanas me parece poco tiempo, demasiado poco. Si en un mes eres capaz de borrar a una persona de forma que al oír su voz o ante una propuesta de verse no te salga el corazón por la boca, es que aquello que suponías algo era completamente falso. Uno se enamora muy pocas veces en la vida, no cada dos semanas, hay poca gente por la que uno lucharía de verdad. Y uno con la experiencia aprende a ir poco a poco, porque sabe que a la vuelta de la esquina te la pueden jugar.

Hay dos prototipos muy definidos de mujer, aquella que sabe estar sola, esperar a que algo sea importante, no estar siempre en el candelero, que sepa medir los tiempos. Y hay otra que no es capaz de estar sola, que necesita un hombre en su vida para saber que las cosas le van bien y tienen sentido. La primera es independiente y sabe vivir consigo misma, la segunda no. El prototipo de la segunda es el que tantas veces hemos hablado, con copas de por medio, que es del perfil del que hay que huir. No tiene sentido enroscarse ahí ya que es el prototipo que te puede hacer un desgraciado. Esto como todo es una decisión, habrá quien prefiera el segundo tipo. Yo no.


Pues hoy estoy ante una llamada de teléfono que me revelara a qué tipo de mujer me enfrento, me da mucho miedo porque creo que va a ser de las segundas. Me lo dice mi instinto, de las que pueden jurar amor eterno ante la distancia pero a los dos semanas están enganchadas a otra cosa. En otro amor. Y es una llamada ya que el solo hecho de decir he vuelto, me apetece verte y su respuesta lo decidirá todo.


Y la respuesta es binaria, si es si, iremos a cenar reiremos y volverá a ser como antes. Si es no, será una decepción, más que por el hecho de que una persona haya rehecho su vida por darse cuenta de cómo es alguien. Pero por otro lado yo me quedare tranquilo. Tranquilo por saber que eso no es el tipo de mujer que busco y poderla descartar, tranquilo por todos aquellos momentos en que me quede callado en vez de haber dicho algo de lo que me arrepentiría. Lo pensé pero no lo dije y quizás ello le baste a mi orgullo. Y tranquilo por haberme despedido fugaz, no haber dado señales. Tranquilo porque todo lo que hubiese dicho me habría llenado los labios de ceniza.
Quizás pequeño rock&roll es hora de decirte adiós…

martes, 9 de marzo de 2010

Donde acaban los sueños

Otra vez pillándome los dedos, otro día triste por una muchacha que se marcho, que ya no está en mi vida. Una niña quien fui yo quien saque, porque no me quería enroscar, no quería volverme a enganchar para volver a pasarlo mal. Preferí ser yo el que abandonase aquello antes de estar en sus manos.

Y ella voló, libre, y yo estoy triste por ello. Me vuelvo a encontrar solo en el mundo. Y cada vez odio más la soledad, el hombre no está hecha para ella. Pero yo tengo que ser menos egoísta en mi vida. Creo que esta vez me he dado cuenta de que solo el amor y la compañía me hacen ser yo mismo. Que todo lo que no sea eso me hace fallar como persona.

Pero no solo me entristece eso, sino lo corto de su recuerdo. Alguien a quien en mi despedida me juraba que era mía, que me esperaría. Yo nunca fui partidario de jurar amor eterno, la palabra es presente y automáticamente pasado, aunque el pasado sea lo único que poseemos. Esclaviza el recuerdo, aunque no quieras creerlo lo tomas, pero por ello mismo no podemos prometerlo. Ahí es donde está el desengaño.

A los ocho días era una llamada desde el paraíso, borracha, insultándome por haber abandonado el barco, yo hasta entonces estaba tranquilo, sufría y la echaba de menos en silencio. Por que hay que ser partidario de exteriorizarlo todo, por que? Prefiero lo que dicen los silencios que lo que puede decir una palabra. Prefiero un amanecer desnudos en silencio sin que lo rompa un te quiero. Había mucho reproche oculto en la llamada, mucha acusación. Por un día pensé en modificar la carta que tenia escrita, por un momento lo pensé. Pero no, su figura lo que me transmitía era paz, ganas de estar bien conmigo mismo, había vuelto a creer en mi tiempo después. La carta termino con un poema de Garcia Montero, como no. Como me gustaría tener su facilidad para expresar esos sentimientos

Y a mí, ya que prefiero escoger mis derrotas,
quiero que me recuerdes derrotado,
como quien algo espera
más allá de los tiempos y los hechos.

Quizás porque haga falta haberlo presagiado
o porque, en todo caso, nadie sabe
dónde acaban los sueños.

Cuando releí la carta no termine de verle el sentido con el poema, pero era como me sentía ese día. Londres, ciudad solitaria, yo sentado en la mesa y terminando de redactar esa carta. Pero no tardo mucho en buscar a otro, ese mismo fin de semana, el de la llamada, era en el que ella volaba libre. Y mi sensación de tristeza esta vez es más que por lo que deje escapar es porque si algo se olvida tan rápido, es porque nunca existió. Y porque las cartas en papel se contestan con papel. Y porque ya no quedan románticos.