Etiquetas

Purismo (36) Poesía (33) 5 Navajos (27) Malditismo (21) Historia (19) Literatura (11) Estoril (10) Libros (9) Politica (8) Dandismo (7) Naturaleza (6) Guermantes (4) Madrid (3) Cuba Libre (2) Bibliotecas (1) Musica (1) Teatro (1)

jueves, 11 de marzo de 2010

Donde habite el olvido

Cuanto se tarda en olvidar a una persona, días, meses, años. No tengo una respuesta para ello. Pero dos semanas me parece poco tiempo, demasiado poco. Si en un mes eres capaz de borrar a una persona de forma que al oír su voz o ante una propuesta de verse no te salga el corazón por la boca, es que aquello que suponías algo era completamente falso. Uno se enamora muy pocas veces en la vida, no cada dos semanas, hay poca gente por la que uno lucharía de verdad. Y uno con la experiencia aprende a ir poco a poco, porque sabe que a la vuelta de la esquina te la pueden jugar.

Hay dos prototipos muy definidos de mujer, aquella que sabe estar sola, esperar a que algo sea importante, no estar siempre en el candelero, que sepa medir los tiempos. Y hay otra que no es capaz de estar sola, que necesita un hombre en su vida para saber que las cosas le van bien y tienen sentido. La primera es independiente y sabe vivir consigo misma, la segunda no. El prototipo de la segunda es el que tantas veces hemos hablado, con copas de por medio, que es del perfil del que hay que huir. No tiene sentido enroscarse ahí ya que es el prototipo que te puede hacer un desgraciado. Esto como todo es una decisión, habrá quien prefiera el segundo tipo. Yo no.


Pues hoy estoy ante una llamada de teléfono que me revelara a qué tipo de mujer me enfrento, me da mucho miedo porque creo que va a ser de las segundas. Me lo dice mi instinto, de las que pueden jurar amor eterno ante la distancia pero a los dos semanas están enganchadas a otra cosa. En otro amor. Y es una llamada ya que el solo hecho de decir he vuelto, me apetece verte y su respuesta lo decidirá todo.


Y la respuesta es binaria, si es si, iremos a cenar reiremos y volverá a ser como antes. Si es no, será una decepción, más que por el hecho de que una persona haya rehecho su vida por darse cuenta de cómo es alguien. Pero por otro lado yo me quedare tranquilo. Tranquilo por saber que eso no es el tipo de mujer que busco y poderla descartar, tranquilo por todos aquellos momentos en que me quede callado en vez de haber dicho algo de lo que me arrepentiría. Lo pensé pero no lo dije y quizás ello le baste a mi orgullo. Y tranquilo por haberme despedido fugaz, no haber dado señales. Tranquilo porque todo lo que hubiese dicho me habría llenado los labios de ceniza.
Quizás pequeño rock&roll es hora de decirte adiós…

No hay comentarios:

Publicar un comentario