¿Qué queda de las alegrías y penas del amor cuando éste desaparece? Nada, o peor que nada; queda el recuerdo de un olvido. Y menos mal cuando no lo punza la sombra de aquellas espinas; de aquellas espinas, ya sabéis.
Las siguientes páginas son el recuerdo de un olvido.
Luis Cernuda - Donde habite el olvido, 1932
Cuando me quiero explicar
mis demonios se ponen groseros,
me insultan y entonces me entran las dudas
y le echo la culpa a mi género, y a correr.
Y si surgen preguntas pues dejo que surjan
en su esplendor y estupidez.
Viví, sufrí y amé,
vale, y ¿ahora qué?
Las Inmensas Preguntas - Nacho Vegas
Terrible realidad la de intentar cambiar las cosas y acabar chocando contra un gran muro.
ResponderEliminarLa realidad del erizo supongo.
"
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
"
Y al final que queda cuando se han llevado tus secretos...