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martes, 15 de diciembre de 2015

2015, eyes to the wind...


I was sailin' down here on the wind
When I met you and I fell away again
Like a train in reverse down a dark road
Carrying the whole load
Just rattling the whole way home

El año nació entre incógnitas, brumas y fantasmas, demasiadas cosas sin cerrar de años anteriores. Demasiadas posiciones abiertas, con los riesgos que conlleva. El año nació en Asia, entre corrientes de agua y feng shui arquitectónico, con la perspectiva que te da viajar y estar lejos de casa. 2015 empezó en un una bahía, inmensa, con rascacielos tocando el cielo, y andamios de bambú que recordaban que lo débil y lo fuerte son conceptos relativos.

La vuelta a casa hizo que desaparecieran las nieblas y nos enfrentásemos a nuestras rutinas, enfilamos las mismas avenidas que nos dirigían a los mismos sitios. Me acerqué a buscarla a su portal, estaba hecha un manojo de nervios, no estaba contenta, intentaba huir para llegar al mismo sitio, la acerqué al aeropuerto. De camino me preguntó que si no me daba miedo que se enamorase de otro, dije que no. Nunca me dio miedo eso, al final uno es quien decide escribir su destino. Y siempre fui incapaz de mentirme a mi mismo.


El invierno fue lento y pesado, frio y largo como todos los años. Rutina, trabajo, montañas y traviesas. Alguna fiesta, alguna comida. Pero no dejó mucho de sí. Conversaciones en ese ático de cristal, blablababla. Nada definido. Como una lenta espera a que empezase la acción. Volví a la montaña. Aquella fue nuestra última fondue, bajando a Médran comimos en Chez Dani. El día había sido malo, poca visibilidad y las montañas tenían un cierto aire siniestro -"ese cielo, aún tan negro, que es nuestro cielo"-. Pedimos una botella de vino. Había pasado el tiempo, ya no éramos esos dos niños gamberros que se buscaban en las discotecas, el desenlace se acercaba. El decorado era el mismo, una montaña inmensa. Dos personalidades a medida. En parte era tan único como cuando empezamos. Nos mirábamos y nos reíamos. Con mas miedos que otros inviernos, con esos muros de silencios que tantas veces nos impedían contarnos lo que de verdad nos preocupaba. Luego nos peleamos, como siempre. Volvimos a dejar todo apostado al destino.

Have you fixed your eyes to the wind?
Will you let it pull you in again?
On the way back in?
I’m a bit run down here at the moment
Let me think about it babe
Let me hold ya

Hasta ese día, quizás el día mas importante del año. Me estaba yendo de Madrid cuando pensé, no lo hagas, no hay por qué. Pensé que lo acertado era quedarme. Hablar. Entender ese muro entre nosotros. Fue una intuición como pocas veces la he tenido. Como si algo se hubiese desbloqueado en mi. Alguien que soplaba en tu oído, juégatela valiente.

Pero todo estalló, como una bomba nuclear que eclosionó dentro de mi cerebro. Nunca me encontré tan fuera de juego. Fue radical y violento. Fue innecesario. Pero al mismo tiempo fue algo autentico y puro. Un naufragio en noche cerrada contra unos acantilados tan altos que las nubes no dejaban que asomase un rallo de sol. Volví a mis noches eternas, pensando en como podía haber llegado ahí. Que estaba tan mal dentro de mi como para haber llegado a ese sitio. Y sin embargo supe que ahí quedaba una etapa. Que había algo que se había cerrado para siempre.

"Llega un momento en que es necesario abandonar las ropas usadas que ya tienen la forma de nuestro cuerpo y olvidar los caminos que nos llevan siempre a los mismos lugares. Es el momento de la travesía. Y, si no osamos emprenderla, nos habremos quedado para siempre al margen de nosotros mismos"

No sé como me levanté, no sé ni siquiera si me conseguí levantar. Los días volvieron a ser eternos, el reloj remaba constantemente contra mí. En días como esos entendí la generosidad de la amistad. Deuda que no me quedan días por vivir para poder pagar. Si no me hubiese encontrado con esa canción y esas líneas de Pessoa pienso que no habría tenido forma de sobrevivir. Volvia a ellas cada vez que flaqueaba. Puse todo mi empeño en olvidarte, como si fueses un recuerdo que ahogas en el mar y que hace esfuerzos por salir a la superficie. Mi fuerza mental consiguió acabar con ello, dejaste de patalear y vi como finalmente te hundías en el mas oscuro de los océanos.


A partir de ahí se abrió una nueva vida, completamente virgen, en que no tenía herramientas que utilizar, todo era nuevo en mi. La primavera me arrancó una sonrisa, el sol nos ofreció de nuevo la vida. Empecé a correr de verdad, entre campos de trigo, encinas, acantilados, jardines franceses y bahías infinitas. Volví a nacer. Conseguí que murieses dentro de mi. Entendí que todo estaba en mi cabeza y que todo era mucho más sencillo de lo que yo lo pintaba.

Me volví a reír. Y en cuanto entendí eso fui capaz de volver a mirar. Y entonces apareció ella, era rubia, con ojos grandes y una lengua mordaz, rápida como un rayo, una bruja moderna llena de cicatrices en el alma y una huella de abandono. No pude si no invitarla a cenar. Ella advirtió mi debilidad y me machacó, me golpeo como nadie lo había hecho nunca. Era un espejo que me ensañaba mis miserias. Y yo ahí, hecho polvo y buscando más dolor. Cuanto más golpeaba mas me levantaba. Fue mi sparring. Durante dos meses. Día y noche. Solo interrumpido por momentos de placer, para perdernos y fundirnos. Mi alma echa trizas le estaban dando pimienta y sal a granel. Al cabo de dos meses tenia la cara magullada y el alma nueva. Me había dado cuenta de todas mis mentiras. Me había quedado completamente a la intemperie. Elevado, consciente de todos mis errores y cada vez mas abocado al silencio.


Un día andando por la playa comprendí que el alumno se había graduado y que el curso intensivo de formación vital había acabado. Yo no era capaz de seguir ese entrenamiento. Había aprendido todos los trucos y yo no era capaz de desactivar esa maquina de pensar. Ella, una persona increíble solamente había cometido un error: empujada por su propia supervivencia había permitido que su inteligencia interfiriese con su felicidad. Había llegado de manera sincera, había recibido ese nuevo bautismo, pero había sido todo tan profundo que algo me dijo en mi que ese mar no sería mi mar. Que era una etapa en el camino, que nunca me olvidaría de ella y que en cierta forma era parte de mi. Nunca encontraré la forma de agradecerle todo lo que había hecho por mi.

There’s a cold wind blowing down my old road
Down the backstreets where the pines grow
Where the river splits the undertows
But I’d be lying to myself if I said that I didn’t mind
Leave it hanging on a line
Lost inside my head
Is this the way I’ll be denied, again?
So I'll set my eyes to the wind
But it won’t be easy
To leave it all again
Just bit run down here

El otoño volvió a aparecer doblando la esquina. De manera pausada, sin imprevistos. Era la primera vez que estaba preparado para una batalla que preveía larga, y sin embargo estaba contento. Por primera vez en muchos años lo veía todo de una manera optimista, todo era normal. Había conseguido cambiar los hábitos, olvidarme de mis corazas, desaprender mis rutinas. Por primera vez en muchos años era una persona normal.

There's just a stranger
Living in me

Y un día cualquiera, después de muchas bodas, de muchas noches eternas, apareciste tú. Estabas sola bailando. Con una falda ceñida a tu cuerpo y un top azul. Subida en unos tacones de infarto. Estabas asustada, tenías un ataque de pánico de tener que estar ahí dando la cara. Y sin embargo estabas guapísima. Con el pelo sobre tu cara que te caía en ondas. Tus ojos rasgados, y un labio fino que no sonreía. Viste en mi protección, al león que te haría distraerte. Y no nos pudimos separar. Bailamos como si el mundo se fuese a acabar, bebimos como si no quisiéramos recordar nada de lo que pudiese pasar. Al cabo de seis horas te vinieron a buscar, como si fueses una cenicienta y nuestro pequeño hechizo se fuese a romper. Te acompañé al coche, y cuando ese viejo BMW se perdía de vista me volví, miré al cielo y vi esa luna que tantas veces me había sido esquiva. Te habías llevado una parte de mi.

As you set your eyes to the wind
And you see me pull away again
haven't lost it on a friend
I'm just bit run down here at the moment
Yeah, I'm all alone here
Living in darkness



Y así se va acabando el año, con los ojos mirando al viento y yo refugiado otra vez en esta chimenea. Con el mundo interior en calma. Siendo yo mismo por primera vez en años. Habiendo dejado por fin atrás mis años malditos. Con la ilusión de las pequeñas cosas y a la vez una fuerza interior que ya no recordaba. Sin poderme cansar de mirarte. Desarmado con tu sonrisa, con tu forma de tocarme el pelo y de darme un beso que mataría al mismísimo diablo. Con la sensación de que un nuevo mundo nace y que todo está por llegar. Qué todo llegará donde tenga que llegar, a su ritmo, un ritmo que por primera vez yo no quiero controlar. Un nuevo despertar, una nueva forma de expresión. Un mundo en el que poder por fin desplegar todo nuestro poder.


Only the shallows know themselves.


1 comentario:

  1. Querido Nico, veo asombrado que has decidido verter tu sangre y reconciliarte. Me alegro que no hayas abandonado el blog y desde aqui puedas explicar tu visión del mundo, lo pequeño, lo grande. Y en lo profundo veo lo incontrolable que es la vida, y que las puertas no son nunca giratorias sino que cada una lleva a un lugar diferente. Aferrarte a ti mismo, de nuevo, ha sido el mejor de los mástiles y toda batalla perdida ha sido una victoria encubierta a formar lo más complicado del mundo tu poder de elección. Enhorabuena tigre!

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